… no hay explicación posible, comprensible, para la masacre de 27 campesinos en El Petén, Guatemala.

Es el horror.

Pero hay una manera de orientarnos y contestar la pregunta ¿qué está pasando en Guatemala? Aquí les propongo el análisis de tres periodistas guatemaltecos, cuyos blogs están enlazados en esta bitácora.

Dina Fernández, periodista, de Guatemala. (Fotografía tomada de su blog)

Así, Dina Fernández, explica en su artículo Antesala ¿de qué?:

“En las primeras horas del domingo, esa sangre, obtenida de forma despiadada de 27 campesinos de Los Amates, corrió a raudales. Alcanzó para pintarrajear una casa completa con un mensaje de muerte: una amenaza escrita con tinta humana en letras rojas, viscosas y enormes. La masacre –inusitada en su despliegue de crueldad— logró paralizarnos. Nos obligó por un instante a levantar la vista de nuestro pequeño quehacer y estremecernos de horror”.

Fernández es periodista y antropóloga. Continúa:

“De lo que no hay duda, es que un hecho tan contundente como el de la finca Los Cocos sí marca un hito: está diseñado para transmitir un mensaje a la sociedad y sumergirla en un pantano de miedo, el estado perfecto para conseguir silencio y obediencia”.

Para el periódico digital Plaza Pública, que dirige Martín Rodríguez Pellecer:

“El Estado de Guatemala tiene que volver a cargar contra los Zetas. Como lo hizo cuando los capturó (con ayuda de la CICIG) por la masacre de 15 nicaragüenses y un holandés y los juzgó y sentenció en tribunales guatemaltecos; o cuando intentó (tímidamente) sacarlos de su centro de operaciones en Cobán. Es una batalla en la que puede derrotarse a la impunidad y en la que quedarse de brazos cruzados equivale a la rendición y a entregarle el país a una de las bandas más sanguinarias del planeta”.

Rodríguez Pellecer también tiene  El blog de Wachik´aj. El editorial sigue:

“Así, esta masacre en contra de 27 trabajadores guatemaltecos nos tiene que sacudir la conciencia y espera de nosotros como sociedad dos respuestas: la primera, de impedir que este crimen quede en la impunidad –como no quedó la masacre de nicaragüenses– y la segunda, más profunda, de blindarnos como sociedad contra el narcotráfico.

El análisis de Gustavo Berganza en su artículo Una lectura de la masacre de La Libertad, es:

Gustavo Berganza.

“El sociólogo Charles Tilly postula –y demuestra en su obra- que para promover un cambio político dentro de una sociedad es necesario que se dé una fractura en la élite dominante, y que el grupo disidente se alíe a los sectores que desean abolir el orden que prevalece.

La masacre de 27 campesinos en La Libertad, Petén, a manos del grupo narcotraficante Z-200, muestra exactamente lo contrario a lo que se necesita para transformar Guatemala. Este ataque del grupo mexicano en contra de un finquero, presuntamente asociado a los herederos de Juancho León, muestra que el crimen organizado no es ajeno a esa peligrosa fragmentación que ya ha paralizado cualquier posibilidad de funcionamiento del sistema político guatemalteco. Y que, al menos de momento, no se vislumbra cuál de los carteles puede erigirse en el dominante”.

Aquí les dejo los enlaces a los tres artículos:

Cabecera del periódico digital, Plaza Pública, de Guatemala.

Por: Dina Fernández: Antesala ¿de qué?

Por: Plaza Pública: Juzgar a los asesinos

Por: Gustavo Berganza: Una lectura de la masacre de La Libertad