A veces, hasta hay que escribirlo en las paredes… Tomé la foto de este graffiti en una esquina del barrio de la Judería, en Córdoba, 2 de julio, 2014. En un tiempo próximo, las mujeres no creerán cuando sepan que hubo un momento en que teníamos que gritar ¡Mi cuerpo es mío! en las calles, y hasta escribirlo en las paredes.
