1. Cuando mirés la plaza excepcionalmente llena y la gente aplaudiéndote, no te lo creás a menos que toda esa gente haya pagado de su propio bolsillo por ir a verte.
2. No te apropiés del trabajo colectivo ajeno, dícese luchar contra dictaduras, hacer revoluciones, construir casas…
3. Aprender lo que significa la palabra dinastía: cuando un gobernante o sus familiares acumulan grandes cuotas de poder político, económico, social, otros.
4. Luchá con todas tus fuerzas para no repetir la historia ni los comportamientos de los políticos y presidentes anteriores de tu país, sobre todo, de los dictadores.
5. Si hacés política basada en la tradición, el nacionalismo, el catolicismo, el conservadurismo, el paramilitarismo, parála ya, porque te estás convirtiendo o ya estás convertido en un Caudillo, y nadie quiere a los caudillos.
6. Cuando alguien empiece a compararte con algún dios, escuchá muy bien ese mensaje porque te están avisando que ya empezó tu fin.
1001 trópicos 
Sí. Sólo empecé con las primeras seis. Podemos seguir escribiendo reglas de la ética y la política.
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Yo añadiría otra: cuando tu foto en las calles aparece con más frecuencia y en mayor tamaño que la del delincuente más buscado del país, probablemente algún día tú seas ese delincuente más buscado
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