
Jon Lee Anderson, periodista y escritor. Photo by MLargaespada
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Por Mildred Largaespada
Llega conduciendo un coche con una despampanante rubia al lado, de copiloto.
Es fácil reconocerlo. Acaba de aparecer su foto publicada en las redes sociales y periódicos españoles. En ellas se mira a un hombre vestido con fresca y elegante guayabera blanca posando en una terraza de un edificio en Madrid. Los titulares le nombran con la reverencia que se ofrece a las grandes personalidades. Le retuitean, comentan y celebran.
Su nombre ya se escribe en letra sólida: Jon Lee Anderson. Se le conoce como uno de los mejores periodistas del planeta. Le alaban mundialmente sus crónicas periodísticas que publica en The New Yorker. En las universitarias escuelas de periodismo se estudian sus piezas que retratan situaciones latinoamericanas: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Brasil, Haití… Y también Libia, Siria, Liberia, Irak, Angola… Ejerce el oficio y lo enseña en la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada por el mismo Premio Nobel de Literatura, adonde acuden cada año decenas de periodistas latinoamericanos a formarse.
El encuentro con Anderson ocurre en Salobreña, Granada, al sur de España. El Mediterráneo está a pocos metros pero no nos bañaremos. Nos refrescaremos con cañas frías de cerveza Alhambra y comeremos un menú de precio medio. Cuando consigue dejar aparcado el coche, se acerca con rapidez, pide disculpas por el retraso de casi una hora, pero no me nace un reclamo para alguien que ha tenido la gentileza de aceptar una entrevista en medio de sus vacaciones de verano. Lee el resto de esta entrada »





